Hace ya un año, que comencé a correr (y a caminar) para bajar unos kilitos de más que tenía. Comencé corriendo y caminando de forma intermitente 3 o 4 veces por semana, completando cada vez entre 2 y 6 kilómetros. Un día un amigo y su esposa que corre 10k me empujaron para correr la 10k de San Fernando, una de las corridas internacionales en Uruguay mas importantes que se corre los 6 de Enero. A esa altura estabamos a poco mas de un mes del evento y recuerdo que me dijeron "Si corrés 6km, corrés 10 a las risas". No precisé más nada y comencé en ese mes a intensificar "mi entrenamiento", apuntando ya a algo real que era el desafío de correr los 10k.
Por mas que tengo 41 años y que hice fútbol toda mi vida, siempre tuve problemas con mis rodillas (incluso fui operado de ligamentos de la derecha) lo que hacía mas grande el desafío aún.
Un día antes de la carrera nos fuimos de "luna de miel" con mi esposa a Piriápolis (dejamos los gurises con la abuela) , hicimos playa a pesar de las recomendaciones de los corredores mas experimentados de que no estuviera mucho al sol.
Por fin llegó el dia de la carrera, nos levantamos como a las 10, dejamos el hotel y al mediodía nos dispusimos a almorzar. Ordené al mozo un suculento plato de tallarines haciendo referencia a la sugerencia : el día de la carrera tenés que comer pastas que te aportarán los carbohidratos que precisás para la carrera. Haciendo todo al pie de la letra, ingiriendo bastante agua y un helado de postre salimos para Punta del Este donde era la carrera. Llegamos al lugar de la largada y nos encontramos con el amigo que me habia incentivado a la corrida. A pesar de que faltaban dos horas para la largada ya se justificaba el esfuerzo de la preparación previa, al ver cientos o miles de corredores y acompañantes de todas las edades, sexo y peso que estaban en el entorno. Sin haber empezado el calentamiento, pero ya con la indumentaria completa y el chip puesto en el cordón del calzado, transpiraba como si fuera en la mitad de la carrera; un poco por los nervios y otro por el calor que hacìa en esa tarde de enero.
Hicimos el calentamiento y media hora antes de la largada nos tuvimos que ubicar entre los mas de 5000 atletas que estabamos para partir. Comenzó la cuenta regresiva de 10 segundos y finalmente nos hicimos al camino. Para arrancar un lindo repecho donde los del montón veíamos a los primeros como trepaban la cuesta. Las primeras cuadras fueron bastante complicadas ya que todos querían pasarte y te ligabas algún que otro codazo. Mas adelante ya se había despejado un poco la pista e iba viviendo sentimientos encontrados: decepción cuando te pasaba un veterano como un poste o motivación cuando pasaba algún "guacho flaquito".
Por suerte la gente que estaba a los costados nos alentaba, y aunque era mi primera vez pude disfrutar del paisaje de la rambla de Punta del Este mientras corría. Ya faltando poco pregunté cuanto restaba porque la verdad es que iba cansado y un solidario me dijo: vamos que faltan 1 k y medio. Se me hicieron una eternidad pero cuando quise acordar a lo lejos se veía el arco con la llegada.
Pasé la meta cuando el reloj marcaba los 56 minutos y realmente me emocioné cuando vi entre la multitud a mi esposa y a mi amigo que me gritaban.
Ahí me di cuenta que había cumplido conmigo mismo y que correr 10k sería algo que me haría sentir bien. Finalmente nos encontramos con otros corredores de mi pago y me "gastaron" cuando les dije del suculento plato de tallarines que había comido al mediodia. En ese momento aprendí que los carbohidratos del dia de la carrera son "sin tuco".
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1 comentario:
Que buena crónica. Afortunadamente elegiste para debutar la que a mi entender es la 10K más linda, con un recorrido hermoso, un clima espectacular y la mayor concurrencia de gente alentando para carreras de ese tipo.
Me dio mucha gracia lo del tuco.
Saludos
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